En la pasada campaña navideña aluciné con un juguete que para mi se lleva la palma en cuanto a rareza y que todavía sigue a la venta. Se trata del Turbo Battlers Arena, una especie de escenario en el que las figuras de la colección Max Steel luchan contra los supervillanos montados en unas peonzas con luces chocando hasta salir despedidos del escenario. Las figuras se pueden desmontar de la peonza, dejando paso a otras y también se pueden incluir mas de dos contrincantes en la batalla
El problema, a mi entender, es que la base se vende sola, sin figuras, sin envoltorio ni envase de ningún tipo, y cuando la ví en la tienda de juguetes me pareció un cacho de plástico azul semitransparente que costaba veinte euros entonces. No puedo imaginarme la cara de un niño cuando le regalen "eso" y parece que no hay muchos adultos que se hayan imaginado como se juega con Turbo Battlers Arena porque en la estanterías de las tiendas hay las mismas unidades ahora que hace cuatro meses.
Si esta base tiene poca acogida en este momento y nadie la quiere, reúnirá el requisito que le faltaba para convertirse en una pieza codiciada dentro de veinte años.
No se puede saber con seguridad, pero quizá estemos ante el nacimiento de un juguete que será mítico dentro de un tiempo, como sucediera en 1977 con la caja vacía de star wars. Habrá que esperar veinte o treinta años para saberlo.
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